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DEVOCIONALES

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La seguridad de la respuesta de la oración de Jesús

Duración 369 días

La seguridad de la respuesta de la oración de Jesús
“Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos” (Juan 17:25-26).
Lecturas adicionales: Salmos 22:22; Juan 14:23; Efesios 1:5-7; 5:25; 1 Juan 4:13-15.

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Jesús concluye su oración por sus discípulos y por nosotros diciendo: “Padre justo”. Jesús se dirige a Dios como, “Padre” (vv. 1, 5) y “Padre santo” (v. 11). Al concluir su oración declara que su Padre hará justicia. No sólo es Padre, además es santo y es justo.

Jesús hace una promesa al Padre: “Yo les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún” (Juan 17:26). Esta promesa asegura el éxito de la misión: hacer conocer al Padre en todas las naciones, a todas las generaciones, y a todas las edades.

La clave del éxito de la misión está en una sola palabra, amor, “para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos”. Aquí nuevamente está hablando acerca, de todos los que han sido, somos y serán discípulos de Jesús desde su ascensión al cielo.

¡Qué tremendo es saber que esa misma llenura del Espíritu Santo y ese mismo amor de Dios está disponible para todo aquel que cree en Jesús y que sigue sus enseñanzas!

El amor del Padre, el amor del Hijo en nosotros, y la demostración de ese amor a través de nosotros garantiza que la misión de anunciar a Cristo tendrá éxito. No puede ser nuestro amor, sino el amor de Dios: “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios” (1 Juan 3:1a).

Al estar en Cristo, tenemos la seguridad de su amor a través de su Espíritu Santo que mora en nosotros: “y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” (Romanos 5:5).
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